Los inversionistas institucionales aún no entienden bitcoin

Un torbellino de emociones azota a los inversionistas institucionales que apostaron por los ETF de bitcoin (BTC) en Estados Unidos.

Mientras las tensiones económicas globales escalan, el mercado de los ETF de la moneda digital con mayor capitalización de mercado enfrenta una salida masiva de capitales, reflejo de un nerviosismo que parece dominar incluso a los actores más grandes del juego financiero.

Una muestra de ello se ha percibido esta semana. Los fondos basados en bitcoin registraron el 8 de abril una salida de capital de 326 millones de dólares, según datos de Coinglass . En lo que va del mes, las pérdidas acumuladas alcanzan los 876 millones, con flujos diarios que superan los 100 millones de dólares.

A continuación, un gráfico que muestra las salidas (rojo) y entradas (verde) de capital de los ETF de bitcoin.

Este éxodo se produce en medio de una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha avivado temores de recesión e inflación.

El presidente Donald Trump, quien asumió el cargo en enero, intensificó el conflicto al anunciar ayer, 9 de abril, una tarifa adicional del 50% a las importaciones chinas si Pekín no revierte su arancel del 34% a productos estadounidenses.

La incertidumbre económica no es nueva. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump impulsa una política de aranceles para fortalecer la industria nacional y renegociar acuerdos comerciales.

Sin embargo, estas medidas elevan los costos de los productos y generan un panorama hostil que golpea directamente a los mercados, incluidos los fondos ligados a bitcoin.

El impacto directo en el precio de BTC

El desempeño de los ETF tiene un efecto inmediato en la cotización de bitcoin. Las empresas gestoras de estos instrumentos compran BTC para respaldar sus acciones cuando hay demanda, lo que impulsa el precio al alza.

En cambio, las salidas de capital obligan a estas firmas a vender parte de sus tenencias, aumentando la oferta en el mercado y presionando el valor a la baja.

Esta semana, bitcoin tocó los 74.000 dólares, su nivel más bajo en cuatro meses, marcando una corrección del 32% desde su máximo histórico de 109.300 dólares en enero. Por lo pronto, bitcoin ha comenzado a recuperarse y ya cotiza por encima de los 80.000 dólares.

A pesar de este retroceso, no todos los inversionistas reaccionan igual. Mientras muchos venden ante las noticias negativas o dudan en comprar, las grandes ballenas —aquellos con más de 10.000 BTC— acumulan la moneda desde mediados de marzo, como lo reportó CriptoNoticias.

Este contraste pone en evidencia dos visiones opuestas: el miedo que paraliza a unos y la confianza que mueve a otros.

FOMO, FUD y la ausencia de estrategia

El comportamiento de los inversionistas institucionales en los ETF revela una tendencia clara: las emociones dictan sus decisiones.

Muchos compran impulsados por el FOMO —acrónimo de «fear of missing out» o miedo a perderse una oportunidad—, cuando las noticias positivas generan euforia y alzan los precios. Por el contrario, venden dominados por el FUD —»fear, uncertainty, and doubt» o miedo, incertidumbre y duda—, que surge ante titulares negativos y caídas del mercado.

Un ejemplo reciente es el impacto del enfrentamiento comercial entre Washington y Pekín, que desató una ola de ventas en los fondos de bitcoin.

Estas caídas representan oportunidades de compra, pero la falta de claridad entre los inversionistas institucionales sugiere que muchos aún no comprenden del todo la dinámica de este activo digital.

Una apuesta dividida en el horizonte

Bitcoin atraviesa un momento de prueba. La guerra arancelaria y sus efectos en la economía global mantienen a los inversionistas al borde de sus asientos, mientras las salidas de los ETF reflejan un mercado dominado por la cautela.

Sin embargo, la acumulación sostenida de las ballenas apunta a una fe renovada en el potencial a largo plazo de la moneda digital.